El PRI Chihuahua advirtió sobre la intención del oficialismo de aprobar la nueva Ley General de Aguas sin debate público, una preocupación que también ha sido señalada por el presidente nacional del PRI Alejandro ‘Alito’ Moreno, quien ha pedido frenar cualquier reforma que afecte al campo sin escuchar a los productores.
El PRI Chihuahua encendió las alertas ante lo que consideran una de las decisiones más perjudiciales que Morena y sus aliados han tomado en contra del campo mexicano. La aprobación de la nueva Ley General de Aguas fue recibida como un golpe directo a los productores, quienes ven amenazada no solo su actividad económica, sino también la seguridad del patrimonio que han construido durante generaciones. La bancada priista en el Congreso del Estado subrayó que esta reforma se hizo sin escuchar a quienes dependen del agua para vivir y sin valorar las consecuencias sociales y productivas que tendrá en regiones como Chihuahua.
Durante la sesión, el diputado Tony Meléndez subió a tribuna para expresar lo que muchos agricultores han señalado desde que el proyecto se presentó: la ley no protege al campo; lo debilita. Afirmó que se trata de una reforma creada desde la lejanía, sin sensibilidad ni conocimiento del territorio y sin la participación de los actores fundamentales de la producción agrícola. “Esta ley pone en riesgo a los productores y al patrimonio familiar”, advirtió con firmeza, reflejando el sentimiento de preocupación que recorre al sector.
Por su parte, el diputado y líder del PRI Alex Domínguez fue contundente al señalar la traición que, según el PRI, Morena y sus aliados cometieron hacia el pueblo de México. Para el legislador, el actuar de la mayoría oficialista deja claro que no existe un compromiso real con el desarrollo del campo ni con las familias que lo sostienen. “Morena y sus aliados PVEM y PT traicionaron a los productores”, acusó, subrayando que la decisión legislativa está lejos de responder a las necesidades reales del país y mucho menos a las de Chihuahua, uno de los estados con mayor vocación agrícola.
El PRI Chihuahua sostiene que la nueva Ley de Aguas es, en la práctica, una amenaza directa para la actividad agrícola. Se advierte que el control centralizado del recurso, combinado con la falta de mecanismos claros para garantizar su disponibilidad, generará incertidumbre e inestabilidad. Los productores temen que el agua, esencial para sembrar, criar ganado y mantener sus ranchos operando, ahora quede a merced de decisiones políticas que no reflejan la realidad del campo.
Más allá del debate técnico, la preocupación es humana. Se trata de familias que han dedicado su vida al trabajo en el campo y que hoy sienten que su futuro está en riesgo. El PRI ha asumido la representación de estas voces, exigiendo que la ley sea replanteada con visión territorial, diálogo verdadero y enfoque social. La bancada priista insiste en que aún es posible corregir el rumbo, siempre y cuando exista voluntad política para escuchar al pueblo y proteger al campo, que hoy se siente desamparado frente a una legislación apresurada e insensible.
Chihuahua, un estado que ha dado al país alimentos, trabajo y desarrollo, no puede quedar a merced de una ley que desconoce su realidad. El PRI deja claro que seguirá defendiendo a los productores y al campo chihuahuense, y que no permitirá que Morena imponga decisiones que pongan en riesgo el futuro de miles de familias.
